Encuentros para catalizar el cambio

Por Andrés Roldán / director ejecutivo Parque Explora

El pasado mes de noviembre, en representación de RedPop, tuve la oportunidad de participar en el International Directors Forum on Science Engagement, un evento mundial que reunió directores y líderes de instituciones de divulgación científica de las diferentes redes regionales —ASPAC, ASTC, Ecsite, NAMES, RedPOP y SAASTEC—. Durante dos días, nos reunimos en el centro de ciencias Heureka, en Vantaa, Finlandia para conectarnos, crear relaciones y reflexionar sobre los desafíos globales en los centros de ciencia. El lugar no podía ser mejor. Heureka es un museo interactivo excepcional donde el sello finlandés se siente en todos los detalles. La calidad de sus exhibiciones, el buen diseño nórdico, la creatividad y alta participación que proveen sus experiencias, la búsqueda continua de entretejer el arte con la ciencia y la fantástica hospitalidad de un apasionado staff crearon un ambiente propicio para que líderes de todo el mundo se inspiraran, crearan y reflexionaran. El evento centró su atención en dos grandes desafíos para los centros de ciencia y, en general, para el campo de la divulgación científica: la desinformación y la crisis planetaria.

El pasado mes de noviembre, en representación de RedPop, tuve la oportunidad de participar en el International Directors Forum on Science Engagement, un evento mundial que reunió directores y líderes de instituciones de divulgación científica de las diferentes redes regionales —ASPAC, ASTC, Ecsite, NAMES, RedPOP y SAASTEC—. Durante dos días, nos reunimos en el centro de ciencias Heureka, en Vantaa, Finlandia para conectarnos, crear relaciones y reflexionar sobre los desafíos globales en los centros de ciencia. El lugar no podía ser mejor. Heureka es un museo interactivo excepcional donde el sello finlandés se siente en todos los detalles. La calidad de sus exhibiciones, el buen diseño nórdico, la creatividad y alta participación que proveen sus experiencias, la búsqueda continua de entretejer el arte con la ciencia y la fantástica hospitalidad de un apasionado staff crearon un ambiente propicio para que líderes de todo el mundo se inspiraran, crearan y reflexionaran.

El evento centró su atención en dos grandes desafíos para los centros de ciencia y, en general, para el campo de la divulgación científica: la desinformación y la crisis planetaria.

Cada día, comenzamos profundizando en uno de los temas, de la mano de voces inspiradoras desde lo filosófico, lo estratégico y lo práctico. Por las tardes, se abrían conversaciones sobre estos desafíos, entre directores y líderes, donde se planteaban soluciones renovadas y prácticas desde los centros de ciencia. Entre sesiones inspiradoras y talleres de conversación se buscó estimular la interacción activa de los asistentes para recoger experiencias, perspectivas y nuevas ideas para la orientación estratégica de las instituciones.

Día 1. ¿Cómo enfrentar la desinformación?

Superar estereotipos

Massimo Bucchi, profesor de ciencias de la comunicación de la Universidad de Trento, Italia, abrió la jornada problematizando el fenómeno de la desinformación. Los centros de ciencia enfrentan grandes retos de divulgación científica ante la abrumadora cantidad de información que inunda las redes sociales. Este reto plantea dificultades a la hora de permear a los públicos en temas científicos y ofrecerles información confiable y, a la vez, provocadora y relevante culturalmente.

Además de lo anterior, el profesor resaltó los numerosos estereotipos que existen sobre la desinformación: se dice que la gente carece de confianza y comprensión de la ciencia, que esta depende excesivamente de las redes sociales y que las noticias falsas se propagan más rápido que las verdaderas. A menudo, estos estereotipos no están respaldados tampoco por la ciencia y generan una desinformación sobre la desinformación, lo que representa un riesgo de convertirse en una profecía autocumplida. Destacó que, en esta "era del paradigma", todos se quejan acerca de la información, pero pocos están dispuestos a pagar por ella, teniendo en cuenta que la precisión no es el único aspecto de la calidad que el público espera de los medios de comunicación. Aunque existen riesgos reales, es necesario superar las visiones paternalistas y los estereotipos para abordar adecuadamente la complejidad del problema.

Peligros de la narrativa

La profesora Maria Mäkelä, experta en teoría narrativa de la Universidad de Tampere, Finlandia, abrió el foro analizando los "peligros de la narrativa". Mäkelä destacó importancia de comprender lo problemático de la "economía de historias” masificado por las redes sociales (fenómeno del social media para hacer micro historia los canales digitales como Tik Tok o Instagram) que se contrapone a narrativas complejas, concernientes a problemas como el cambio climático o los fenómenos no humanos, los cuales son a menudo difíciles de abordar, de manera acertada, por los medios actuales.

Mäkelä subrayó el papel crucial de las redes sociales en la construcción de historias. El abordaje, por lo general personalizando y sintetizando en exceso para lograr llegar al gran público que minimiza la complejidad de la realidad. Esto plantea un desafío. A menudo, la autenticidad de una historia carece de importancia pues se considera "verdadera de muchas maneras". Esto lleva a la información a una situación premoderna donde no hay una clara distinción entre los hechos y la ficción. El gran reto para los centros de ciencia es cómo contar historias en las redes sociales, respondiendo a los requisitos propios de este formato, pero dando un abordaje profundo a la complejidad de muchos de los problemas científicos.

Poder e información

Márton Gergely, editor jefe de la revista semanal HVG de Hungría, desentrañó las complejidades de construir una "aldea Potemkin" para ocultar mentiras estatales. Con una mirada aguda a la situación húngara, Gergely detalló la relación entre medios y política, y reveló cómo el control de la información es esencial para consolidar el poder.

La presentación analizó la situación de Hungría donde el gobierno controla y manipula la narrativa, a través de la centralización de los medios. La estrategia ha sido tomar el control de diversos sectores como el de la comunicación, la educación y las ONG, utilizando tácticas como la compra de medios opositores, la propagación de noticias propias de forma gratuita y la financiación de ONG que imitan la postura gubernamental. En este escenario, sólo los actores financieramente independientes, o sin un impacto real, pueden subsistir. Aunque Hungría se mantiene oficialmente como una democracia, en la práctica, estas acciones ponen en entredicho el sistema.

Gergely presentó la importancia de resistir a la instrumentalización de la información y abogó por la transparencia y la independencia mediática como un camino para escuchar la diversidad, no sólo de historias, sino de perspectivas. Su preocupación mayor es cómo encontrar fórmulas para detectar el sello de la desinformación y formar al público para que desentrañe las noticias falsas con fines de manipulación.

Del contenido problemático al comportamiento manipulador

Siim Kumpas, representante del Servicio Europeo de Acción Exterior, proporcionó una visión integral de la evolución del panorama de amenazas de desinformación a nivel de Estados. Kumpas abogó por un cambio en el enfoque. Propone alejarse de la "desinformación" para abordar la "manipulación de información extranjera”. El concepto de manipulación intencional y coordinada, tanto estatal como no estatal, se presentó como el nuevo marco de referencia a enfrentar. Kumpas enfatizó en la necesidad de herramientas como la conciencia situacional, la resistencia, y las respuestas disruptivas y diplomáticas para combatir eficazmente esta nueva realidad.

Periodismo más diverso e inclusivo Orna Ben Lulu, fundadora de RARE Media en Tampere, Finlandia, compartió su experiencia en la creación de un medio centrado en la juventud. Ben Lulu abordó la falta de diversidad en los medios tradicionales y destacó la importancia del periodismo social en plataformas como las redes sociales.

RARE Media, creado por jóvenes y para jóvenes, ha demostrado que el periodismo puede ser visualmente atractivo y cumplir con los estándares éticos que impone la práctica. Ben Lulu planteó el desafío de crear contenido científico de calidad para la juventud y sugirió enfoques colaborativos. Resaltó que la participación activa de los jóvenes permite un mejor uso de lenguajes alternativos y la contextualización de la información a sus propios códigos estéticos y narrativos, lo que permite acercar el valor de la ciencia a sus realidades.

Tras una primera jornada, rica en reflexiones, aprendimos cómo los enormes avances de las redes sociales, las dinámicas actuales del poder y las narrativas políticas que responden a diversos intereses han incrementado el fenómeno de la desinformación. Esta realidad es latente y está socavando la confianza entre las personas y las comunidades, y acabando con la credibilidad de las instituciones.

Esto supone para los centros de ciencia una aproximación más a la medida de nuestros públicos, un entendimiento más profundo, tanto de la eficacia de los medios de comunicación, como de la naturaleza de los contextos y códigos culturales de nuestras comunidades. Y, sobre todo, implica que aprovechemos nuestra proximidad social como espacios que invitan a la participación y a la conversación para, desde la empatía, lograr un aprendizaje crítico.

Día 2. La crisis planetaria

Sin duda el reto más grande como especie humana se concentra en enfrentar las múltiples crisis ambientales como el colapso de la biodiversidad, el cambio climático y la contaminación. Durante la jornada del segundo día, expertos y activistas, desde Finlandia hasta Filipinas, compartieron sus perspectivas y reflexiones sobre la urgencia de abordar la crisis que amenaza a nuestro planeta.

María Isabel García, directora ejecutiva de ASPAC y Curadora del Museo de la Mente en Manila, Filipinas, introdujo la jornada abordando el rol de museos y centros de ciencia en un planeta en crisis. Razonando sobre la cruda realidad de la pérdida de biodiversidad desde 1970 hasta 2018, destacó cómo los museos no son sólo lugares de visita sino entidades que deben enfrentar y abordar la crisis planetaria. Propuso hacernos eco de la noción de que "no tenemos visitantes, somos invitados en las mentes de quienes experimentan nuestros espacios”.

El desafío planteado fue claro: ¿Cómo hacemos curaduría y comunicamos la crisis del planeta sin sumir a quienes nos visitan en la desesperación y la rabia? La tarea es monumental. Exige que los centros de ciencia se vuelvan permeables a diversas disciplinas y capaces de evocar emociones que motiven a la acción. Un ejemplo de ello fue la creación del juego "Escape Room de Biodiversidad", dirigido a tomadores de decisiones y responsables de políticas públicas y privadas, para concientizarlos en la necesidad de soluciones innovadoras en la interfaz entre la ciencia y los planes de gobierno o desarrollo.

Desde Laponia a la Amazonía: perspectivas críticas sobre la crisis climática

Enni Similä, una activista de la comunidad indígena Sámi en Laponia, Finlandia, compartió las luchas de los pueblos indígenas, como en tantos otros lugares del mundo, frente a la crisis climática. Resaltó la amenaza que representan industrias como la minería, la energía eólica y la tala que amenazan formas de vida tradicionales de diversas comunidades. La urgencia de la justicia climática fue subrayada al señalar que aquellos menos responsables del cambio climático son los más vulnerables a sus impactos. En síntesis, las voces, los valores y saberes ancestrales de quienes habitan diversos territorios y que reciben los impactos del desarrollo deben ser tenidos en cuenta.

El pensador y escritor finlandés de ciencia ficción Risto Isomäki destacó la importancia de los centros de ciencia para abordar las crisis planetarias. Se centró especialmente en la amenaza sobre la Amazonía debido a la combinación entre deforestación y calentamiento global. Isomäki propone que los centros de ciencia se enfoquen en despertar el asombro en los jóvenes y destaca la necesidad de presentar soluciones positivas al calentamiento global en lugar de centrarse únicamente en los aspectos negativos. Además, identifica diversas tecnologías innovadoras poco conocidas que podrían contribuir significativamente a abordar las crisis climáticas, desde celdas solares avanzadas hasta métodos revolucionarios de almacenamiento de energía. El autor hace un llamado urgente a la acción, sugiriendo que los centros de ciencia podrían desempeñar un papel crucial en concientizar sobre la importancia de la Amazonía y promover medidas para su protección, como detener la deforestación y apoyar a comunidades indígenas.

Viktor Jaakkola, joven activista de Operaatio Arktis, proporcionó una visión sombría y llena de datos científicos pero motivadora de la crisis climática en el Ártico. El deshielo del ártico es un recordatorio visible de que los sistemas naturales están al borde de puntos de no retorno. Jaakkola abogó por la investigación y el diálogo inclusivos sobre intervenciones climáticas, subrayando la importancia de que la juventud lidere iniciativas de comunicación científica.

Paula Kahumbu, CEO de Wildlife Direct en Kenia, agregó una perspectiva crucial desde el Sur Global. Puso de manifiesto cómo hay voces perdidas del Sur Global y su conexión con la naturaleza. Kahumbu trabaja en África difundiendo una perspectiva africana de la conservación y el rico patrimonio natural. De algún modo las voces que han representado históricamente el descubrimiento y la defensa de la naturaleza siguen siendo euro centristas lo que invisibiliza el determinante rol de las comunidades locales, sus verdaderos protagonistas.

Wildlife Direct tiene como misión conectar a las personas con la naturaleza para que la valoren y protejan. La crisis climática impacta de manera significativa a África, pero hay un sesgo mediático sobre el continente y una falta de conciencia ambiental entre los africanos. Destacó que los documentales sobre la naturaleza son realizados por extranjeros y no se proyectan en África, donde los parques nacionales son vistos como lugares para turistas y no para locales. La campaña "Hands off our elephants" surgió en respuesta a un intento de reabrir el comercio de marfil, causando una matanza masiva de elefantes. Esta iniciativa dio a la población local un sentido de propiedad y los involucró en la protección de su entorno, lo que resultó en una reducción del 85% en la caza furtiva en Kenia en dos años, y demostró el poder de una comunidad comprometida y bien informada.

Con esta visión exaltó la urgencia de un empoderamiento narrativo y simbólico local como paso fundamental en la apropiación en el cuidado de la biodiversidad, y recordó que desde la comunicación es posible la conexión temprana de las nuevas generaciones con la naturaleza.

La nueva ecología en el ciberespacio

La sesión de "Cyberscape Ecology", dirigida por Brigitte Baptiste, Directora de la Universidad EAN en Colombia, y a quien tuvimos de keynote en el Redpop en Panamá, en 2019, abordó la intersección entre tecnología y ecología. Baptiste provocativamente cuestionó nuestra conexión con la naturaleza y planteó la posibilidad de crear un nuevo ecosistema en el ciberespacio. Se preguntó si nuestra obsesión por el valor de mercado nos ha desconectado de la naturaleza, y enfatizó que no todo puede ser valorado en términos monetarios. Esta reflexión se entrelaza con el desafío de enfrentar el futuro y generar esperanza y opciones realistas. Baptiste destacó cómo la tecnología se ha convertido en una parte integral de los ecosistemas, transformándonos en "cyborgs", aunque señaló la paradoja de encontrarnos solos en el metaverso, desconectados de la vida silvestre. Ella propone integrar a los animales, y a la naturaleza en general, en el metaverso para mejorar nuestras relaciones.

Este metaverso, descrito como una nueva entidad ecológica, añade complejidad a un nuevo ecosistema humano que podría utilizarse para explorar diversos escenarios futuros que faciliten la adaptación. En esta dirección quizás los museos pueden ser espacios de prueba para experimentar con el metaverso y fomentar diálogos más sofisticados sobre género, inteligencia artificial y ecología queer, como un camino para construir un futuro sostenible y adaptativo.

Actuar ante la crisis planetaria

Markku Wilenius, profesor de Estudios Futuros en la Universidad de Turku, Finlandia, y presidente de la Cátedra UNESCO de Aprendizaje para la Transformación y Futuros Planetarios, presentó un análisis sobre cómo actuar frente a la crisis planetaria.

Wilenius abordó aspectos clave. Destacó el desafío del crecimiento ilimitado y llamó a un cambio de mentalidad para abandonar la creencia en un crecimiento sin límites. Subrayó la preocupante falta de acción, a pesar del conocimiento existente, y señaló la tendencia humana a actuar sólo en el último momento. Para ello la importancia de desarrollar un enfoque holístico, donde se vea el planeta como un sistema integral que imbrica la naturaleza y el mundo humano. Una posible evolución social debe considerar la armoniosa integración de humanos, naturaleza y tecnología para abordar efectivamente los desafíos actuales.

Estas visiones se pueden conseguir desarrollando nuevas habilidades para el futuro, donde la creatividad, la empatía y la capacidad de vivir en un planeta complejo sean críticas para enfrentar los desafíos planetarios y propiciar una evolución social y ambiental positiva. Una visión integral del planeta con el desarrollo de capacidades humanas específicas clave permitirían construir un futuro sostenible.

El papel de los centros de ciencia frente a estos formidables desafíos se centra una vez más en su capacidad de trabajar desde la empatía y la creatividad para generar estímulos propicios y construir un futuro sostenible. Ante la crisis planetaria, que demanda acciones inmediatas y globales desde la selva amazónica hasta el Ártico, y desde la juventud activista hasta los líderes indígenas que reconocen las injusticias, cada voz desempeña un papel vital en la narrativa de la supervivencia de nuestro planeta. Los centros de ciencia emergen como catalizadores cruciales para el cambio, al utilizar su capacidad educativa, informativa y movilizadora para crear y fortalecer redes, promover la colaboración y fomentar la creación colectiva e inclusiva en diversos contextos.

Es imperativo desafiar las narrativas convencionales mediante perspectivas no binarias sobre la ecología y menos pulposas frente al desarrollo científico y tecnológico para lograr una comunicación científica más efectiva, donde quizás una nueva noción de naturaleza reinventada emerja. Además, es esencial desarrollar habilidades clave para el futuro que permitan adaptarse a un planeta complejo.

Los centros de ciencia, posiblemente, son los laboratorios iniciales para integrar humanos, naturaleza y tecnología. Este proceso implica una transformación interna y organizacional para cumplir efectivamente con su misión. En conjunto, los centros de ciencia se erigen como agentes de cambio fundamentales en la construcción de un futuro más sostenible y en la promoción de una conexión más profunda entre la ciencia y la sociedad.

Un breve balance personal

Tras participar en este intrigante encuentro, donde no solo adquirí conocimientos, sino que también pude reafirmar ideas cruciales para el trabajo actual de los centros de ciencia, llegué a la conclusión de que el desafío de adaptarnos al cambio es apremiante.

Estamos inmersos en un período de transformaciones radicales, con disrupciones políticas, tecnológicas, sociales y ambientales que subrayan la importancia de enfocarnos en cuestiones de preocupación global al acercar la ciencia a la sociedad. Fenómenos como la pandemia, las crisis ambientales y las crecientes tensiones sociales indican la necesidad de coordinar esfuerzos en alianzas locales y globales, lo cual implica pensar en códigos, lenguajes y conocimientos diversos. Esto nos desafía a recibir a nuestros visitantes en espacios más abiertos, propicios para diversas voces y conversaciones, con entusiasmo, creatividad y empatía. La búsqueda de un enfoque diferente también conlleva replantear nuestras concepciones internas sobre la relación con las personas, generar nuevas definiciones y enfoques hacia la naturaleza, y actualizar nuestra visibilidad en una sociedad en constante cambio.

Los centros de ciencias pueden plantear preguntas, provocaciones y experimentaciones que trasciendan las barreras de conocimiento, identidad, estética y narrativa. Podemos convertirnos en laboratorios sociales, dando los primeros pasos hacia nuevas conversaciones, donde la confianza en la ciencia y la apertura a la creación en universos aparentemente disímiles nos posicionen como verdaderos catalizadores de ideas innovadoras.

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