¡Agua potable que significa calidad de vida para una comunidad educativa!

La localidad de Barichara, ubicada en el departamento de Santander en Colombia, es considerado uno de los pueblos patrimoniales de este país suramericano.

También, es Monumento Nacional, pues conserva en sus calles esa especie de nostalgia que genera un lugar donde la historia que antecede a los habitantes de ese territorio se puede sentir de cerca. 

Este municipio, bastante turístico por demás, tiene épocas de sequía complejas, que sufren en especial, sus 18 veredas que no cuentan con agua potable. Sin embargo esta situación ha tomado otro rumbo gracias a la Fundación EPM, filial del Grupo EPM (uno de los grupos empresariales más importantes de Colombia).

El agua potable es vida

La vereda Butaregua, que está ubicada a unos 40 minutos del casco urbano de Barichara, tiene una institución educativa a la que asisten en promedio 50 niños y niñas quienes llegan a recibir sus clases, después de recorrer (la mayoría) hasta por 40 minutos, un camino sin pavimentar y con poca sombra. En sus mochilas escolares además de útiles, llevan una botella de agua hervida para hidratarse porque no pueden consumir la de la escuela. ¿La razón?: la calidad del agua.

Hoy la historia es diferente gracias a la Fundación EPM, porque estos 50 estudiantes, así como sus docentes y familias tienen la dicha de contar con agua limpia al resultar ganadores del concurso Más Agua Más Sonrisas, mediante el cual recibieron una solución de potabilización que les permite tomar agua directamente de la canilla.

¿Qué es el concurso Más agua, Más Sonrisas?

El concurso Más Agua, Más Sonrisas, que nació en 2016 y que se ha convertido en la principal estrategia del programa Agua para la Educación, Educación para el Agua, busca incentivar a las administraciones municipales a participar y postular a las comunidades educativas rurales con mayores necesidades para llevarles agua potable. Gracias a ello, se han instalado más de 800 soluciones de potabilización.

En 2022, la Fundación EPM implementó una alternativa más compacta y de fácil mantenimiento para las comunidades que se benefician de ella.

Esta nueva solución de potabilización está construida en madera plástica reciclada, los filtros son de membrana cerámica, lo que permite su disposición de forma amigable con el ambiente y la carcasa es de aluminio, lo que facilita su reúso.

Además, está diseñada para resistir cualquier tipo de clima gracias a la flexibilidad de la estructura física de su sistema y especialmente a su tecnología de ultrafiltración de carburo de silicio que permite la desinfección pre y post filtración.

Teresa Ortiz, habitante de la vereda Butaregua del municipio de Barichara, dijo que “este proyecto me ha parecido muy bueno. Desde su inicio, todas las comunidades fueron incluidas, porque necesitaban con urgencia agua potable, pues acá en la vereda de Butaregua los niños padecían de muchas diarreas y vómitos por el agua que estábamos consumiendo. Desde el momento que empezamos a consumir agua potable, han disminuido mucho las enfermedades en nuestros niños y en toda la comunidad en general. Este ha sido un proyecto muy importante y gracias a la Fundación EPM que trajo este proyecto a nuestra vereda”.

De esta manera, la Fundación EPM aporta al acceso y mejoramiento de la calidad y cobertura de los servicios públicos domiciliarios, en pro de satisfacer las necesidades básicas de las comunidades impactadas.

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